Hombres como Natan.
Escrito por Sal Y Luz Radio en 04/11/2025
Hace algún tiempo atrás, alguien me hizo notar el hecho de que cuando David peco con Betsabé, todos aquellos que habitaban el palacio por aquellos días, y que sabían lo que había sucedido, pecaron, al igual que David, por no atreverse a confrontar al rey en su error. Solo Natán se atrevió a parase delante del monarca y descubrir su pecado, a pesar de que ello le pudo haber costado la vida.
La Biblia está llena de hombres como Natán:
-Moisés con el faraón
-Daniel con el rey Babilónico
-Jeremías con Jananias
-Juan el Bautista con Herodes
-Jesús con los fariseos
Y muchísimos otros, los cuales, de querer nombrarlos a todos ellos, sería una lista casi interminable. Pero a pesar de todos estos ejemplos, los cristianos de hoy, aun no hemos aprendido a comprender la palabra de Dios y confrontar el pecado de los lideres, por temor al «qué dirán», por temor a ser bajados de un pulpito (Como si esto fuera lo importante) o por temor a quedar expuesto ante toda una congregación como rebeldes, por decir una verdad escrita en la Biblia.
Y no solo esto, sino que, además, hoy en día la mayoría de los cristianos no solo no son capaces de confrontar a sus lideres cuando están en pecado, sino que encima los justifican tapándolos, defendiéndolos, y hasta dando la cara por ellos, sin ni siquiera importar, si lo que dicen o hacen está de acuerdo con lo escrito en la palabra de Dios. Apenas ayer estaba viendo unos videos en donde ciertos pastores exigían “en el nombre de Dios” que su congregación diera mas diezmos y ofrendas para que ellos pudieran comprase autos, helicópteros y aviones para “el ministerio” (No solo patético y ridículo, sino además asqueante…)
Cada vez que alguien se atreve a descubrir el pecado de algún líder, o decir que lo que están enseñando o haciendo los seudo apóstoles de estos días no tiene ningún tipo de asidero bíblico, inmediatamente esa persona es asaeteada por frases tales como: “Solo Dios puede juzgar” “Con la vara que mides serás medido” “no toques al siervo de Jehová” “eres un mediocre sin visión” etc., etc.
Se imagina a David diciéndole a Natán: “¿No toques al siervo de Jehová” o “eres un mediocre sin visión” etc., etc.
Se imagina a David diciéndole a Natán: “¿No toques al siervo de Jehová” o “¿Solo Dios puede juzgar, y con la vara que midas serás medido” por el solo hecho de que este lo confronto con su pecado…?
Se imagina usted a Dios tratando de tapar el pecado de David, y borrando todo tipo de escritura para poder decir de el: “tiene un corazón conforme al mío…? O a Jesús dándole palmaditas en la espalda a los mercaderes del templo y diciéndoles: “Esta bien muchachos yo los entiendo, ustedes venden todo esto para solventar el ministerio y extender el reino…” ¿Suena hasta ridículo no…? ¿Y entonces porque lo permitimos hoy en día y hasta justificamos a quienes lo hacen, siendo que no son más que Viles ladrones y estafadores…?
Debemos comprender que el pecado es pecado en unos y en otros, en usted y en mí, en un feligrés y en un pastor, en un neófito y en el ungido de turno y dejar de justificar a nuestros líderes, amigos o parientes en sus errores, por el solo hecho de sentir algún tipo de empatía, amistad, admiración, o acercamiento con ellos.
Al decir: «Hombres como Natán» me refiero a hombres o consejeros valientes que hablan la verdad de Dios, incluso a figuras de gran poder, y que son importantes por su integridad y su rol para llamar a la reflexión y al arrepentimiento, aun a costa de poner en peligro su reputación, su ministerio, su lugar en la iglesia e incluso su propia vida…
Natán fue un profeta en la corte del rey David, recordado por confrontar a David por su pecado con Betsabé, usando una parábola para exponer su falta y advirtiéndole de las consecuencias.
Características de hombres como Natán:
• Valientes y firmes en su mensaje: No temen decir la verdad, incluso cuando saben que es incómoda o peligrosa.
• Portavoces de Dios: Comunican el mensaje de Dios, actuando como un canal para la verdad divina.
• Maestros en la comunicación: Usan parábolas e historias para hacer reflexionar a las personas y mostrarles la verdad de una manera que puedan entender.
• Consejeros influyentes: Tienen un rol significativo en la corte y en la vida de los líderes, ayudándolos en sus decisiones y en su camino espiritual.
• Defensores de la justicia: Actúan en nombre de Dios para denunciar la injusticia y la opresión, como lo hizo Natán con el rico que robó la ovejita del pobre.
• Llaman al arrepentimiento: Su propósito es guiar a los demás, especialmente a los poderosos, a reconocer su pecado y volver al camino correcto.
En resumen, un «hombre como Natán» es alguien que, inspirado por su fe, se atreve a enfrentar la injusticia y la inmoralidad, hablando con claridad y valentía, y buscando el arrepentimiento y la restauración.
La obra de Dios es sagrada. Así que cuando el que está dedicado al ministerio del evangelio desafía de manera repetida las altas y santas normas de Dios, es preciso sacar del ministerio a ese individuo.
El juicio y orden del apóstol Pablo son incuestionables. La misma razón porque la obra de Dios es santa se debe a que Dios es santo. Los que ministran nunca lo harán sin fracasar aquí y allá, porque nadie es tan santo como Dios lo es.
La gracia de Dios, sin embargo, es suficiente para perdonar esas fragilidades. Pero es preciso confrontar y sacar el ministerio a los que esconden un estilo de vida de pecado detrás de la fachada del ministerio sagrado.
La consecuencia de violar la obra sagrada del Señor, que se realiza para la gloria de Dios y la edificación del cuerpo de Cristo, es severa: descalificación del ministerio; porque la obra de Dios lleva la marca de Dios y refleja su reputación. Debido a que esto es así, Dios fija los límites dentro de los cuales se debe realizar su obra. Las normas son elevadas y sagradas. Por eso Pablo les advirtió a Timoteo y a Tito que atiendan con toda prolijidad cualquier acusación contra los que ministran, pero que no titubeen cuando es necesaria la confrontación.
Las preguntas son: ¿A dónde se ha ido el coraje de defender la verdad bíblica de un liderazgo defectuoso? ¿Qué tienen que decir las Escrituras sobre este tema? ¿Qué puedo hacer yo ante un líder que vive en pecado…? En Sofonías 3:4, el Señor habla directamente contra los pecados de los líderes religiosos de Judá: «Sus profetas son temerarios, hombres desleales. Sus sacerdotes han profanado el santuario, han violado la ley» (NBLA). El problema no se limitaba a la época de Sofonías. Aún hoy, algunos líderes religiosos pecan y traicionan la confianza de aquellos a quienes dirigen. Entonces, ¿qué pueden hacer las personas normales cuando los que tienen autoridad en la iglesia viven abiertamente en pecado?
Primero, como lo muestra el mismo Sofonías, Dios conoce la situación y, al final, hará que los líderes religiosos pecadores rindan cuentas por sus acciones. Números 32:23 advierte al pecador que puede estar seguro de que su pecado lo alcanzará.
Segundo, estamos llamados a perdonar a quienes pecan contra nosotros. Jesús enseñó en la oración del Padre Nuestro: «Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores» (Mateo 6:12, NBLA). Además, enseñó a Pedro a perdonar más allá de lo esperado: no solo siete veces, sino «setenta veces siete» (Mateo 18:22). Sea cual sea la situación, debemos mantener un corazón dispuesto a perdonar y no guardar rencor.
Tercero, todos los líderes religiosos deben rendir cuentas por sus actos. Pablo instruyó a Timoteo que, si una acusación contra un líder de iglesia se confirma (1 Timoteo 5:19), se deben tomar medidas para tratar el pecado: «A los que continúan en pecado, repréndelos en presencia de todos para que los demás tengan temor de pecar» (1 Timoteo 5:20, NBLA). Cuando un líder de iglesia es hallado culpable de pecado, la iglesia local debe señalar al transgresor y condenar públicamente el pecado. Los líderes no están por encima de la ley, y la rendición de cuentas es esencial.
Cuarto, a veces es necesario un enfrentamiento personal cuando un líder religioso peca. El apóstol Pablo tuvo que confrontar a Pedro por su hipocresía (Gálatas 2:14). En ese caso, Pedro cambió su comportamiento, lo cual llevó a una mejora para todos. El objetivo de estas confrontaciones debe ser el cambio positivo, incluyendo el arrepentimiento.
Por último, hay que señalar que, si un líder religioso está involucrado en alguna actividad delictiva, es deber y responsabilidad de quienes estén al tanto del crimen reportarlo. No hay justificación alguna para encubrimientos ni demoras al denunciar un delito.
Piense en esto… Si Natan no hubiera confrontado a David con su pecado, posiblemente este hubiese continuado pensando que nadie lo sabia, y jamás habría llegado a tener la oportunidad de arrepentirse ante Dios, y ser perdonado por su error.
Cuanta falta nos hace en estos días que se levanten nuevos Natán que confronten directamente a tantos falsos profetas y falsos apóstoles que dan vueltas por las iglesias sin ningún tipo de respeto o temor de Dios. Ppersonas contemporáneas que actúan como el profeta, siendo voceros de la verdad divina, confrontando el pecado con valentía, y siendo consejeros fieles que recuerdan a otros su propósito y llamado de Dios, al igual que Natán lo hizo con el rey David.
2 Samuel es relevante hoy por la importancia de tener amigos que digan la verdad y nos ayuden a crecer en la fe.