La Expiacion Limitada

Escrito por en 29/08/2015

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano”. Juan 10:27-28

Así que, Dios escoge a algunos pecadores para salvarlos. Esto no hizo que ellos se salvaran en ese tiempo. Solamente se garantizó que ellos se salvarían al final. Dos cosas más necesitaron ser hechas: preparar los medios para su salvación y aplicarlos a ellos. Primero, leemos en la Escritura que Dios pre-ordenó que Jesucristo vendría como hombre y moriría en la cruz como medio de salvación (Hechos 2:23; 4:28). Cristo murió como un substituto por otros (1 Cor. 15:3; Rom. 5:8). Él sufrió la ira infinita de Dios, y satisfizo esa ira. A esto se llama “propiciación” (1Juan2:2, 4:10). Puesto que Jesús fue perfecto hombre y perfecto Dios en la carne, su sacrificio tiene un valor infinito. Él no pagó un precio exactamente equivalente por nuestros pecados; Él dio un pago mucho más abundante, infinitamente más alto de lo que nosotros debíamos. Todo lo que él hizo hubiera sido necesario si tan sólo un pecador hubiera sido escogido, pero Él no hubiera hecho nada más si todos los pecadores hubieran sido escogidos.

Los calvinistas históricos enseñan que hay dos aspectos de esta única expiación. El primero es que tiene sentido que Cristo murió por todos los hombres de cualquier lugar (Juan 1:29, 3:16, 4:42, 6:33, 51; 2Cor.5:14,19; 1 Tim. 2:4-6; 1 Juan 2:2; 2 Ped. 2:1). Por su muerte en la cruz, Él quitó todas las barreras legales en el caso de cualquier hombre creyente. Su muerte por todos los hombres también compró los seguros de vida para todos. También aseguró una demora de juicio para ellos, por decirlo así, aunque no un juicio permanente. Todos serán juzgados algún día, pero el hecho de que no todos los hombres están ya en el infierno, se debe a la expiación de Cristo. Además, en base al aspecto universal de la expiación, la salvación es ofrecida gratuitamente a todos los hombres: “¡Venid y comed, que todo está ya preparado!” (cf. Mat. 22:2-14; Luc. 14:16-24). También, en este sentido, Cristo murió por toda la humanidad, con el propósito de ser el Señor de todos los hombres, estén vivos o muertos, elegidos o no elegidos (Rom.14:9; Fil. 2:10-11).

La mayoría de los evangélicos estarán de acuerdo con este análisis hasta aquí, pero los calvinistas van más allá. Enseñamos que la muerte de Jesucristo es suficiente para todos los hombres, pero es eficaz solamente para los elegidos. Es verdad que Cristo murió por todos, pero también es verdad que Él murió solamente por los elegidos. Él murió por todos, pero especialmente por los elegidos (1 Tim. 4:10). Él compró algunas bendiciones para todos los hombres, pero todas las bendiciones para algunos hombres. Puesto que los elegidos están esparcidos por todo el mundo, y se mezclan con los no elegidos, Cristo compró a todo el mundo con el objetivo especial de apropiarse de los elegidos (Mat. 13:44). Este especial aspecto de la expiación es a lo que llamamos Expiación Limitada. Algunos le llaman Redención Particular.

Efesios 5:25 dice: “Así como Cristo amó a la iglesia (los elegidos), y se entregó a sí mismo por ella”. Un hombre ama a todas las demás personas, pero tiene un especial amor por su esposa y hará algunas cosas por ella que no haría por las demás personas. Esto mismo es verdad con Cristo. Él tiene un amor general por todos los hombres e hizo algo por ellos en la cruz porque fueron sus criaturas. Pero tiene un amor especial por su prometida e hizo algo especial por ella en la cruz. Él murió por ella de tal manera que le garantiza que será salva, hecha perfectamente santa y lista para el cielo (v. 26).

Hay otros versículos que indican esta intención especial de la expiación. Juan 10:15, 17 y 18 dice que Cristo, el buen pastor, murió por “las ovejas”. Aún cuando algunos piensen que esto puede incluir a todos los hombres de todas partes, Cristo va a decir que algunas personas no son sus ovejas (v. 26). Por lo tanto, tiene sentido el que Él murió por las ovejas (elegidos) y no por las cabras y los lobos (los no elegidos). Más tarde, en Juan15:13-4, Cristo dijo que Él pondría su vida por sus “amigos”. Pero no todos son sus amigos. Isaías 53:8 profetizó que Cristo moriría por el “pueblo” de Dios, pero no todos son el pueblo de Dios, solamente los elegidos. Hechos 20:28 dice que Cristo compró “la iglesia” con su sangre, pero no todos son la iglesia. Todavía hay algo más, Romanos 8:32 dice que si Dios envió a Cristo para que muriera por nosotros, entonces también nos dará seguramente todas las demás cosas. Puesto que Él no da todas estas cosas de salvación a todos los hombres, entonces se deduce que Cristo no fue dado para ellos en la cruz de esta manera especial. Cristo murió de tal manera que hiciera posible la salvación de todos los hombres, pero Él también murió para hacer definitiva la salvación de los elegidos únicos.

Nuevamente, hay muchas objeciones a esta verdad, pero todas ellas pueden ser contestadas puntualizando que ninguna persona merece que Cristo muriera por ella. Hoy en día no hay disputa de si Cristo murió por Satanás o los demonios; aquí la expiación es claramente delimitada. Pero los no elegidos están en la misma situación de Satanás. Ninguno será salvo porque ninguno fue elegido. Lo que hay que tener en mente es que la expiación fue designada para los elegidos.

Extracto Tomado del libro “An Introduction to the Doctrines of Grace”

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