Los cristianos y la politica…

Escrito por en 28/10/2023

Nuestro amado país está pasando por su momento de transición electoral, y a su vez, la iglesia evangélica también pasa por esta transición, pero no siempre de la mejor manera o de la manera correcta.
Si hay algo que encienda la chispa para un debate espontáneo o una discusión abierta, es una discusión sobre política o futbol.

Los “cristianos”, en los últimos 10 o 12 años hemos convertido las iglesias y las redes sociales en campos de batallas de discusiones y peleas sin sentido apoyando a los diferentes candidatos electorales, de acuerdo a la preferencia de cada uno.

Hoy me gustaría que analicemos bíblicamente varios puntos referidos a esto.

Por empezar deberíamos recordar que hemos sido llamados a predicar el evangelio (Marcos 16:15) y no a ser prosélitos políticos de ningún candidato sea quien sea (Mateo 22:15-21). Nuestro único referente y maestro debería ser Jesús y nadie más.

Se ha dicho que “la religión y la política no se mezclan”. ¿Pero es realmente cierto? ¿No podemos tener opiniones políticas fuera de las consideraciones de nuestra fe cristiana…?

La respuesta es no, no podemos. La Biblia nos da dos verdades en cuanto a nuestra actitud hacia la política y el gobierno.

La primera verdad, es que la voluntad de Dios impregna y reemplaza cada aspecto de nuestra vida. La voluntad de Dios es lo que tiene prioridad sobre todo y todos (Mateo 6:33). Los planes y propósitos de Dios están prefijados, y Su voluntad es inviolable. Lo que Él se ha propuesto, lo llevará a cabo, y ningún gobierno puede frustrar Su voluntad (Daniel 4:34-35). De hecho, es Dios quien “quita reyes y pone reyes” (Daniel 2:21), porque “el Altísimo gobierna el reino de los hombres, y a quien él quiere lo da” (Daniel 4:17). Una clara comprensión de esta verdad, nos ayudará a ver que la política es meramente un método que Dios usa para llevar a cabo Su voluntad. Aunque hombres perversos abusen de su poder político, utilizándolo para el mal, Dios lo usa para bien, “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28).

En segundo lugar, debemos estar conscientes del hecho de que ningún gobierno humano puede salvarnos. ¡Solo Dios lo puede hacer! Nunca leemos en el Nuevo Testamento, que Jesús, o cualquiera de los apóstoles invirtiera tiempo o energía enseñando a los creyentes sobre cómo reformar al mundo de su idolatría, inmoralidad y prácticas corruptas por medio del gobierno. Los apóstoles jamás instaron a los creyentes a demostrar desobediencia civil o a participar de marchas para protestar contra las injustas leyes o los regímenes brutales del Imperio Romano. En cambio, los apóstoles les ordenaron a los cristianos del primer siglo, así como a nosotros hoy, proclamar el Evangelio y vivir vidas que den una clara evidencia del poder transformador del Evangelio.

Jesús fue muy claro cuando dijo: “Pues dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (Lucas 20:25) Si lee detenidamente podrá notar que en ningún momento dice “excepto en caso de…” con lo cual podemos entender que se refería en todo aspecto. Si después usted trata de interpretarlo a su conveniencia ya estamos entrando en otro terreno. Lo mejor que podría hacer la iglesia es jamás inmiscuirse en cosas de estado sino simplemente estar abocados al hecho de predicar el evangelio y llevar la luz de Cristo a las naciones

En el Sermón del Monte, Cristo le dice a sus discípulos que ellos son sal y luz de la tierra. Ellos saben muy bien qué significan estas metáforas porque conocen las grandes salinas del Mar Muerto. Entendieron que al igual que la sal debían influenciar al mundo, dándole sabor y preservando el evangelio.

En aquellos días había corrupción en las cortes herodianas (Mateo 14:1-12); transigencias de poder por los saduceos; esfuerzo moral serio pero equivocado de algunos fariseos; visiones revolucionarias de los rebeldes zelotes y los experimentos de la llamada pureza moral de los separatistas de Qumrán y los esenios. Es en ese contexto que el Señor les dice a sus discípulos que son la sal de la tierra.

La luz en este pasaje tiene dos imágenes particulares: Una ciudad asentada sobre un monte (Mateo 5:14) y El candelabro en un hogar. (Mateo 5: 15)

En ambos casos Jesús enseña que la luz penetra la oscuridad y no puede ni debe esconderse. De otra manera la luz pierde su propósito. El creyente, en el cumplimiento de sus responsabilidades civiles incluyendo la política, no debe olvidar que primero él es un representante de Cristo y después es todo lo demás. Somos emisarios del reino de Dios: por lo tanto, todos los roles que asumamos están subordinados a nuestros roles como servidores de la causa de Cristo.

Dejemos que Dios promueva el cambio en el mundo de acuerdo a su voluntad a través de la luz y la sal de la tierra, y no que la luz y sal de la tierra se contamine con las ideas de políticos que no conocen al Señor ni su palabra. Lamentablemente hoy en día vemos cada vez más a cristianos, pastores e iglesias enteras apoyando a determinados candidatos, diciendo que lo hacen porque son provida o porque Dios asi se los mostro. En alguno casos lo hacen por conveniencias económicas y otras tan solo por convicciónes propias, llevado a sus congregantes a un error general y masivo.

Ese tipo de pensamiento solo promueve la idea de que el gobierno puede ser aliado de la iglesia (si apoya las dcoctrinas biblicas, aun que no las cumpla) o nuestro enemigo (si sigue oponiéndose o no responde a nuestra voz). De esta forma la estrategia política se convierte en el centro de todo, como si el destino espiritual del pueblo de Dios dependiera de quién esté en el poder en ese momento. En más de una ocasión he escuchado: “voto a determinado candidato porque es el único que tiene principios bíblicos” pero la pregunta es: Es ese candidato cristiano verdadero…? Son los frutos de ese candidato realmente los de un cristiano transformado…? si la respuesta es no, la respuesta es sencilla.

Pero la verdad es que ningún gobierno humano puede hacer en última instancia algo para avanzar o para frustrar el reino de Dios. Y el peor gobierno mundano, el más déspota, no puede detener el poder del Espíritu Santo o la difusión de la Palabra de Dios.

No podemos proteger o extender la causa de Cristo por medio del activismo político y social humano; no importa cuán grandes o sinceros sean los esfuerzos. La nuestra es una batalla espiritual emprendida contra las ideologías mundanas y dogmas dispuestos contra Dios; y logramos la victoria sobre ellos sólo con el arma de la Escritura. El apóstol Pablo escribe: “Pues, aunque andamos en la carne, no militamos según la carne, porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo “(2 Cor. 10:3-5).

Dios no nos llama a librar una guerra cultural para tratar de transformar a nuestros países en “naciones cristianas”. Dedicar todo o la mayoría de nuestro tiempo, energía, dinero y estrategia para poner una fachada de moralidad en el mundo o por encima de nuestras instituciones gubernamentales y políticas es no comprender nuestro papel como cristianos en un mundo espiritualmente perdido. Dios ha llamado principalmente a la iglesia a que traiga pecadores a salvación a través de Jesucristo, no a hacer proselitos de ningun partido politico

El reconocido pastor Jonh MacArthur, pastor de Grace Church, una de las mayores iglesias cristianas de los EE.UU ha dicho en más de una ocasión que ningún pastor tiene el derecho de decirle a ninguna persona a quien debe votar o que inclinación política debe tener, de hacerlo sería clara muestra de que el tal, se ha prostituido con la política dejando de lado su trabajo de mostrar a las naciones la Luz de Cristo.

El mismo MacArthur insta a su congregación a orar por los líderes políticos, incluidos aquellos a los que se oponen, diciendo que es la voluntad de Dios para la iglesia y una poderosa “arma” espiritual para cambiar la sociedad para mejor.
“Tenemos que saber que este es el llamado de Dios para nosotros”, dijo. “Aunque parezca difícil, aunque haya muchas cosas que no nos gusten de las personas que están en el poder por encima de nosotros, cometeríamos un acto de desobediencia contra nuestro llamado, si no oráramos por la salvación de nuestros gobernantes”. Orar por los líderes es “parte de nuestro ministerio”, dijo MacArthur.

“Si quieres vivir una vida tranquila, si quieres vivir una vida pacífica en la sociedad humana con toda la piedad y dignidad, ora por los gobernantes. Porque gran parte de lo que es una sociedad, es un resultado directo de sus gobernantes y líderes. Y Dios quiere que oremos por los que nos gobiernan.

Debemos orar por la salvación de todos los hombres, pero especialmente por los que nos gobiernan, porque la conversión a ese nivel cambia la cultura de forma drástica. Así que cuando las cosas no son como uno quiere, sí reconocemos que el pecado tiene consecuencias, sí reconocemos que el juicio divino está operando, debemos oarar por nuestras autoridades sin importar de que partido sea”

MacArthur tambien señaló que Nerón era el gobernante romano cuando Pablo escribió 1 Timoteo, y Nerón era un gobernante tan miserable como era posible o concebible”. Nerón persiguió a los cristianos, y aun asi Pablo incitaba a que oraran por Nerón, a que oraran por su salvación, y a que oraran por sus magistrados, jueces, procónsules y gobernadores”.

Lamentablemente, en las iglesias de hoy, son muy pocos los que enseñan esta verdad.

Si el gobierno es de preferencia de los lideres de la iglesia, inmediatamente enseñan que Romanos 13 nos dice que debemos estar sujetos a toda autoridad, lo cual es totalmente cierto, y de que debemos orar por las autoridades, pero si el gobierno de turno no es de preferencia de los lideres de la iglesia, esperan callados, agazapados, cual zorro espera la caida de su presa, hasta el momento en que el gobierno comete algún error para caerles con todo el peso de las críticas, reclamos y desaprobación, a través del pulpito y tanta red social como sepan manejar, olvidándose que “todo gobierno es puesto por Dios” (Romanos 13:1-7) Tal cual el mundo hace.

Por último… NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO…

Dejemos de usar argumentos que son hasta ridículos cuando se los plantea. El Señor nos enseñó: “Cuidado con los falsos profetas; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. A ver, ¿acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Los árboles sanos dan frutos buenos; los árboles dañados dan frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis.” (Mateo 7,15-20)

Pero en caso de política parece que olvidamos muy rápidamente estas palabras. A que me refiero…???

Los gobiernos del mundo entero en su mayoría son gobiernos corruptos y mentirosos, pero cada tanto aparece algun caudillo diciendo que ellos van a combatir eso, que ellos están a favor de la vida, que tienen otra perspectiva de la política y que vana a cambiar el rumbo del pais con sus propuestas, y sin analizar sus frutos y su forma de actuar, colgamos la bandera de dicho candidato en nuestro cuello y salimos a hacer campaña política por ellos, incitando a que los cristianos voten por determinado candidato. Luego, con el pasar del tiempo, nos enteramos que solo fueron más mentiras y engaños, que nada cambio sino que por el contrario, las cosas estan peores, y que aquellos que decían estar en contra del aborto y a favor de la vida, eran los mismos dueños de los centros médicos, clínicas y hospitales que hacen abortos, a los cuales jamás les imparto en nada mejorar la calidad de vida del pueblo, y menos aun la vida cristiana de la iglesia. Lamentablemente este descubrimiento llega, en la mayoría de los casos, demasiado tarde

Parecería que el discernimiento del que hablamos en la iglesia cada domingo para recibir la palabra de Dios, lo hubiéramos perdido inmediatamente al escuchar las “noticiasen del televisor”, los cuales siempre tienen un candidato preferido de acuerdo a su conveniencia.

Repetimos las mismas palabras que leemos en los periodicos y catalogamos de ladrones, corruptos, violadores o delincuentes a personas que no solo no concemos, sino que ademas no tenemos la menor prueba contra ellos, salvo lo que dicho periodico dice y lo tomamos como cierto dejando de lado el “justo juicio” que la Biblia nos enseña que debmos tener al juzgar las cosas y del cual despues predicamos fuertemente desde el pulpito.

Por supuesto que el cristianos debe estar en contra del aborto, del matrimonio igualitario y cada cosas que vaya en contra de la voluntad de Dios y es pecado para Dios, pero permítame preguntarle algo…: “La mentira, el engaño, la estafa, el fraude, el desamparo del huérfano, el anciano y la viuda, el prometer cosas a un pueblo y no cumplirlas acaso no son pecado también….? y si me dice que si, pero es peor el aborto, yo le recuerdo que en la misma lista del asesino esta también el mentiroso para Dios, lo podemos ver muy claramente en Mateo 8:12:1 – Corintios 6:9-10 – Gálatas 5:19-26 – Apocalipsis 21:8 y muchos otros pasajes a través de las escrituras. Para usted puede parecer más grave una cosa u otra, pero para Dios es tan pecado una cosa como la otra. (Y si no esta de acuerdo, pues reclamele al Señor que es quien inspiro la Biblia)

Deje ya de defender ideologías humanas o puntos de vista personales y abóquese más a aprender más de la palabra de Dios. Todos lo necesitamos.

Mire los frutos de quien está defendiendo: miente…? ¿insulta…?, engaña…? como trata a las personas…? Predica a Cristo…? Vive de manera cristiana…?. Si sus frutos no va de acuerdo a lo que dice, si no es un habitual congregante de una verdadera iglesia cristiana, si no vive lo que dice, pues entonces usted está haciendo campaña para un falso profeta y tomando solo las cosas que le conviene de la palabra de Dios.

No seamos más tan ciegos. Dejemos de poner en nuestros estados de redes sociales cosas sobre candidatos políticos que no pueden salvarse ni a sí mismos y comparta sobre la verdad de Cristo, esa es la misión para la cual hemos sido llamados y escogidos por Aquel al que no podemos engañar de ninguna manera.

Recordemos siempre que a paz Dios nos ha llamado y no para que estemos renegando y discutiendo sobre cosas vanas como la política. Como hermanos amémonos los unos a los otros porque esto es lo que Jesús nos mandó hacer.

Usted tiene todo el derecho a pensar diferente a mí y a los demás, pero si realmente somos cristianos e hijos de Dios recordemos que Pablo nos enseñó que: “Por consiguiente, si la comida hace que mi hermano tropiece, no comeré carne jamás, para no hacer tropezar a mi hermano” (1 Corintios 8:13). Si por expresar nuestros ideales en las redes o nuestro apoyo a determinado candidato político hacen tropezar a otros hermanos, lo mejor seria que dejemos de lado eso, demostrando que somos espiritualmente crecidos en la fe, y dejando nuestros pensamientos de lado o para nosotros mismo.

Cumplamos con nuestro deber cívico de votar, sujetémonos a las autoridades tal cual enseña la palabra de Dios y oremos por los gobernantes que Dios ha puesto en nuestro país para que tomen decisiones sabias y no perjudiquen a la iglesia del Señor, aunque no sean de nuestro agrado o no los hayamos votado.

Que nuestros frutos no sean como los de ellos, sino que sean frutos de salvación y vida eterna.
Dios te bendiga.


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