Cuando los Burros hablan…

Escrito por en 04/07/2025

“Tienen los ojos llenos de adulterio y nunca cesan de pecar; seducen a las almas inestables; tienen un corazón ejercitado en la avaricia; son hijos de maldición. Abandonando el camino recto, se han extraviado, siguiendo el camino de Balaam, el hijo de Beor, quien amó el pago de la iniquidad, pero fue reprendido por su transgresión, pues una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta” (2 Pedro 2:14-16)

Los israelitas llevaban casi 40 años en el desierto. Ya habían conquistado muchas ciudades poderosas. Ahora estaban acampados en las llanuras del país de Moab, al este del río Jordán, y faltaba poco para que entraran en la Tierra Prometida. Balac, el rey de Moab, tenía miedo de que los israelitas le quitaran su tierra. Así que le pidió a un hombre llamado Balaam que fuera a Moab para maldecir a los israelitas, o sea, para desear en voz alta que les pasara algo malo.

Pero Jehová le dijo a Balaam: “No debes maldecir a los israelitas”. Así que Balaam no quiso ir a Moab. El rey Balac lo invitó por segunda vez y prometió darle cualquier cosa que quisiera, pero Balaam rechazó la invitación de nuevo. Entonces Dios le dijo: “Te doy permiso para ir. Aunque solo podrás decir lo que yo te diga”.

Balaam se fue en su burra a Moab, hacia el sur. Su plan era maldecir a los israelitas, aunque Jehová le había dicho que no lo hiciera. Entonces el ángel de Jehová se apareció en el camino tres veces. Balaam no veía al ángel, pero su burra sí lo veía. Primero, la burra se salió del camino y se metió en un campo. Luego, la burra se acercó tanto a una pared de piedra que empezó a aplastarle el pie a Balaam contra la pared. Al final, la burra se echó en medio del camino. Todas esas veces, Balaam le pegaba a la burra con un palo.

Después, Jehová hizo que la burra hablara. La burra le preguntó a Balaam: “¿Por qué me pegas?”. Balaam contestó: “Porque haces que parezca un tonto. Si tuviera una espada, te mataría”. La burra le dijo: “Has montado sobre mí muchos años. ¿Alguna vez te había hecho algo así?”.

Entonces Jehová dejó que Balaam viera al ángel. El ángel le dijo: “Jehová te advirtió que no fueras a maldecir a Israel”. Balaam contestó: “Me he equivocado. Volveré a mi casa”. Pero el ángel le respondió: “Puedes ir a Moab, aunque solo podrás decir lo que Dios te diga”.

¿Crees que Balaam aprendió la lección? No, porque después intentó maldecir a Israel tres veces. Pero, las tres veces, Jehová hizo que dijera una bendición en lugar de una maldición. Al final, los israelitas atacaron Moab, y Balaam murió. Habría sido mejor si Balaam hubiera hecho caso a Jehová desde el principio. Verdad…?
La burra de Balaam habló porque Dios intervino milagrosamente para abrir su boca, permitiéndole hablar con Balaam.

La historia de la burra parlante se encuentra en el libro de Números, capítulo 22, versículos 21-35. Este relato sirve para mostrar la autoridad de Dios y su capacidad para utilizar a cualquier criatura para llevar a cabo sus propósitos. Además, la burra se convierte en un instrumento para la gracia de Dios, llevando a Balaam a reconocer la amenaza del ángel y a someterse a la voluntad divina.

Mientras que Balaam se dirigía a cumplir el encargo hecho por Balac, el ángel de Dios se le paro delante con su espada desenvainada como adversario, pero este, no logrando verlo, a causa de la ceguera espiritual sufrida por amar más el pago de la iniquidad, que las palabras recibidas en reiteradas ocasiones de parte de Dios diciendo que no fuese, termino azotando por tres veces consecutivas a su mula, la cual, tocada por Dios para poder hablar con voz humana le dijo al profeta: “¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces?” (Núm 22:28)
Un burro, una mula, una muda bestia de carga, hablando con voz humana, reprimió la locura del profeta.

Esta misma locura, hoy se ve reflejada en miles de hombres que diciéndose profetas, apóstoles, pastores y/o lideres, ya no logran ver al ángel de Dios parado delante de ellos, (tal vez nunca lo vieron) con su espada desenvainada, y como adversario de estos, por el solo hecho de haberse prostituido, haberse vendido por unas pocas monedas, a aquel que solo desea maldecir al pueblo de Dios, y/o poner tropiezos en su camino por el solo hecho de una preferencia política a la cual siguen y de la cual repiten sus pobres ideologías.
“Eviten todo tipo de codicia, porque, por mucho que uno tenga, las cosas que posee no le pueden dar la vida” (Lucas 12:15).

Los “Lideres modernos”, al igual que Balaam,se an uelto ciegos espiritualmente, avaros y solo buscan seguir sus propios caminos. El liderazgo cristiano se ha perdido casi por completo, ya que ser líder no significa mandar, tener un titulo, o estar a cargo de una iglesia, sino que ser líder es guía al rebaño a los pies de su Señor, y no a los suyos propios. En lugar de lideres, hoy encontramos miles de hombres que aman los títulos, los nombramientos, la vanagloria, y por sobre todo… el dinero y la política engañosa
Hombres que venden la gracia dada por Dios, y que incitan al pueblo a ir detrás de riquezas, prosperidad o decisiones politicas.

Son muy pocos los verdaderos hombres de Dios que han quedado sobre la tierra, aunque al igual que se le dijo a Elías, Dios siempre guarda hombres íntegros, con corazones puros que aman su verdadera doctrina y la predican al mundo, sin importar las consecuencias que puedan sufrir.

Pero además de estos verdaderos hombres de Dios, los cuales el mismo Señor ha preservado, para que declaren su sana y verdadera doctrina, Dios ha comenzado a tocar la boca de muchísimos “burros” a lo largo del mundo, los cuales viendo al ángel parado frente a aquellos que dicen ser grandes siervos, comienzan a declararles su ceguera espiritual, su error, su maldad y su pecado.

El Señor siempre ha tenido Atalayas atentos en su pueblo, los cuales avistando el peligro que se avecina, dan voces de alerta al resto.

Cuando los burros hablan, mi viejo, es hora que comencemos a preocuparnos de verdad, ya que esto solo significa, que quienes debieron ser los que nos guiaran a la presencia de Dios, y nos enseñaran cual era la voluntad del Señor, buena, agradable y perfecta para su pueblo, al igual que Balaam, se han vendido, se han prostituido, y se han ido detrás de otros dioses, los cuales solo los han puesto en enemistad entre ellos y el que es Tres veces Santo, y gobierna sobre los cielos y la tierra.

Al escribir esta nota, mi única intención es abrir los ojos de cada uno de sus hijos para que no sean engañados y llevados por caminos que no son los de Dios. Y aun si fuera posible, abrir también los ojos de aquellos que habiendo sido llamados para anunciar las buenas nuevas del Señor, hoy se pasean por los pulpitos del mundo entero, anunciando tiempos prósperos y de bendición o lamentables mensajes políticos sin tomar en cuenta el mensaje que Dios da para la iglesia de estos tiempos en Apocalipsis 3:14 al 22.

La venida de Jesús es algo inminente, y las señales de esto son cada vez más visibles. Es necesario que el pueblo de Dios se vuelva una vez mas a las escrituras, y retome aquella antigua senda, la cual caminaron hombres como Esteban, quien murió apedreado por los fariseos al declararles la verdad de Jesucristo. Como Elías, a quien no le tembló la mano para matar a todos los siervos de baal. Como Natan, quien enviado por Dios para declarar al rey su pecado, no temió por su propia vida, sino más bien confió en aquel que es más poderoso que cualquier Rey. O como Sadrac, Mesac, y Abed Nego, quienes prefirieron ser echados al horno de fuego, antes que postrarse ante la estatua del rey y rendirle la gloria que solo a Dios estaban dispuestos a dar…

La Biblia dice que al Reino de Dios lo arrebatan los violentos, pero esto no significa que vayamos por las iglesias agarrando a golpes a todo este montón de falsos maestros que dicen ser tan ungidos por Dios, pero que no logran ver al ángel del Señor parado frente a ellos, sino mas bien, significa que declaremos al mundo entero, las virtudes de aquel que nos ha llamado de tinieblas a su luz admirable, a pesar de que los fariseos de este tiempo, nos apedreen con mentiras, insultos, calumnias y todo tipo palabras engañosas, por causa de declararles que son unos ciegos por no ver al Señor con la espada en la mano a punto de juzgar a toda la tierra, y unos necios por dejarse seducir por unas pocas monedas robadas del altar de Dios.

Ahora pueden enojarse si quieren, pueden decir todo lo que deseen para desprestigiar estas palabras, al fin y al cabo es lo que siempre hacen. Pueden acusarnos de la manera que gusten para tratar de tener razón y seguir en sus caminos de perversión y avaricia amando el pago por su iniquidad, pero nunca podrán decir que no ha habido profeta en su tierra que les declare las palabras que Dios trae sobre su pueblo, para que los que realmente le aman se vuelvan con todo su corazón a El.

Los burros han comenzado a hablar, de hecho, es uno de ellos quien les escribe hoy, por lo cual, les pido en el nombre de Jesús, arrepiéntanse de sus pecados, retomemos la verdadera palabra de Dios, la cual habla de salvación, vida eterna y perdón de pecados, pero también de santidad, obediencia a la palabra y juicio para todos aquellos que no la cumplan.

El Señor esta a la puerta y esta llamando a todos aquellos que deseen ir tras de El, por el sacrificio de amor hecho en la cruz por todos nosotros, y no por buscar prosperar, tener un buen auto, una buena casa, o un buen pasar económico. Nuestra salvación no depende de cuanto tengamos en nuestros bolsillos o en nuestra cuenta bancaria, sino de cuanto lo amemos a El, de cuan obedientes seamos a su voz, y de cuanto estemos dispuesto a dejar para seguirle.

Lideres de la iglesia de hoy, en este momento pueden elegir arrepentirse por haber tomado la palabra de Dios para su propio beneficio, o pueden elegir seguir de la misma manera que lo han hecho hasta ahora, y pagar las consecuencias de sus actos, tal cual le sucedió a Balaam en Números 31:8, el día que Jesús venga a buscar a su pueblo. La decisión es solo suya…

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